Saturday, January 4, 2014

Chistes de mal gusto


Chistes de mal gusto

Los chistes de mal gusto en ocasiones pueden ser ejemplo de humor negro, o tragicomedias.  Esto ocurre porque el que recibe el mensaje no lo hace con el mismo beneplácito de quien lo emite.
Desde la tragedia del 50 los cubanos hemos escuchado algunos de esos chistes. Muy famoso fue el chiste del funcionario que a comienzos de la revolución compró para Cuba barredoras de nieve. Las tragicomedias implican concatenar varias etapas. Por ejemplo,  me contaron que los equipos  planificados para la central eléctrica de Santa Cruz del norte eran tan grandes que no teníamos barcos para su traslado. Se alquilaron los barcos, pero no teníamos puerto porque el de La Habana no tenía capacidad para esos barcos. Finalmente entraron por Matanzas, pero no teníamos carretera, porque el puente de Bacunayagua no soportaba el peso. Y finalmente hubo que construir  un puente por otra vía. No sé en cuanto se encareció el proyecto debido a todos esos detallitos.
Sin embargo, no aprendo. En ocasiones las situaciones son tan ridículas que se me hacen increíbles. Alguien me mostró un programa de la televisión de Miami sobre las ventas de autos en Cuba y pensé que se trataba de una comedia cómica. En mi mente no concebía que luego de tantos años pudiera todavía ocurrir algo así. Pero nada es imposible para la burocracia.
El precio de más de un cuarto de millón de dólares por un auto regularcito del 2013 realmente responde al humor negro más genuino. Lo que aún no entiendo es si se trata de una burla a la población, y sin ton ni son quieren hacer mofa de ella, como si los cubanos de la isla fueran ignorantes sin acceso a ninguna referencia. Indudablemente que el desprecio de los gobernantes por los cubanos no tiene límites.
En lo que al transporte público se refiere yo tengo una posición con la cual posiblemente no muchos coincidan. Pienso que la solución de este tema tiene que considerar la situación específica de cada localidad, no puede ser igual la solución para la transportación entre las montañas, donde la población esta dispersa; y la situación en núcleos urbanos con una densidad elevada de población.
En las grandes ciudades del mundo, con alta densidad de población, ya sea Nueva York, Madrid, Paris u otras, se hace necesario un sistema de transporte público seguro y eficiente que haga posible el traslado de un punto a otro y que requiera menos autos privados;  lo que se ayuda al medioambiente, hace necesarios menos lugares de parqueo, y agiliza el tránsito. Esa es la necesidad de Ciudad de la Habana, donde circulan a diario millones de cubanos y extranjeros.
Sin embargo, en cincuenta y cinco años el gobierno de Cuba no ha logrado un sistema de transporte público eficiente y seguro en la capital. Ahora se les ocurre crear un fondo vendiéndoles a los cubanos autos de más de un cuarto de millón de dólares. Ese es otro chiste.

Estela Teresita Delgado