Tuesday, December 17, 2013

El Salve a la Virgen


El Salve de la Virgen

          La oración del Salve es una de las más hermosas que he escuchado. Tal vez esto sea por toda la pasión, dulzura, admiración, confianza y respeto  que se refleja en la misma. Desde el mismo saludo se puede apreciar cuanto con cuanto amor se dirige uno a la Virgen María:
“Dios te salve, reina y madre de misericordia,

Vida, dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve.”

Luego del saludo nos presentamos a la Virgen con humildad:
“A ti llamamos los despreciados hijos de Eva,

A ti venimos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas”

Seguidamente le pedimos su intercesión:
“Ea, pues Señora, abogada nuestra,

Vuelve a nosotros esos, tus ojos misericordiosos”

Hago una breve pausa para explicar cuándo y cómo escuché esta oración por primera vez. Yo estaba recién emigrada en España, y había conseguido trabajo cuidando a una señora mayor de noche.

Esta señora tenía un estado de salud extremadamente delicado. Ya había tenido un episodio cerebro vascular y había quedado muy delicada. María, que así se llamaba esa señora,  casi no comía, por lo que estaba sumamente delgada. Además tenía la circulación tan mala que el roce de la postura de la sábana o la toalla le ocasionaban dolor, por lo tanto para ayudarla a moverse era necesaria una extrema delicadeza. A eso es necesario añadir que  parece que su riñón había quedado afectado y cada 45 minutos o una hora había que ayudarla para evacuar unas góticas o sacarle flemas.

Una noche me pidió que la ayudara a ir a un extremo de la cama y eso fue toda una proeza. Finalmente se sentó casi en la cabecera, frente a una imagen de la Virgen que encontraba sobre la  mesa de noche, y comenzó a rezar el Salve con tanta fuerza que me impactó. Nunca había escuchado esa oración tan vehemente.

Cuando terminó la oración  además del pedido que tiene la misma  añadió uno particular. En esa ocasión aquella madre tan enferma hizo un esfuerzo supremo para ir hasta la imagen de la Virgen, para pedirle por su hijo que a la mañana siguiente lo iban a operar a corazón abierto. Me quedé sin palabras. Esa es la oración de una madre, que teniendo mucho que pedir para ella, pero se olvidaba de sí misma y daba prioridad a la necesidad del hijo.

 Me imagino la angustia de la Virgen buscando posada sabiendo que ya estaba próximo el alumbramiento de su bebé. También pienso en su angustia cuando en el camino de El Calvario  sufría la injusticia a la que era sometido su hijo.  Y precisamente ese es nuestra súplica central  en la oración:

“Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh, clemente!, ¡Oh, piadosa! ¡Oh, siempre dulce Virgen María!

Ruega por nosotros, santa  Madre de Dios,

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.”

 
Con  esa confianza ya próxima a la navidad,  le hago un Salve a la Virgen y le pido por la salud de mis hermanas y por el amor en sus familias. Le pido por la salud y el bienestar de mis sobrinos, y el de los hijos de todas mis amigas y conocidos. Y especialmente le pido a la Virgen por los jóvenes cubanos, para que no tengan que llegar al exilio, o a una edad madura, antes de conocer El Salve, como fue mi caso.

Estela T. Delgado

Naples, Diciembre 18,2013

Monday, December 9, 2013

La partida de mi vecina Naida


 

La partida de Naida

 

La semana pasada recibí la triste noticia de la partida de Naida y sentí que había perdido a alguien mío.  Y es que en tiempos donde se “pertenecía” al sindicato o al CDR, en Cojímar nos dábamos el gusto de pertenecer a nosotros mismos y nuestros vecinos. En mi barrio el concepto de vecino prevalecía por encima de las posiciones políticas o como le tocara a cada cual ganarse la vida.

Hace algunos años era muy difícil tener un teléfono en Cuba, y en la casa de los Presedo había uno, el que muy amablemente nos ofrecieron. Dimos ese número para ser utilizado solo en casos de emergencias, pero en algunas ocasiones recibimos llamadas en momentos inapropiados. Nunca hubo una mala cara ni un mal genio, y siempre nos avisaron de las llamadas, aunque eso implicara salir de su casa y tocar en la puerta nuestra.

En mi barrio cada cual están en su casa, pero en caso de necesidad los vecinos siempre se hacen presentes. Y Naida estuvo ahí cuando partió mi mamá y en otros momentos importantes. Por eso cuando iba a Cuba siempre visitaba a Naida y conversaba con Naidita, y disfrutaba el conversar con ella y escuchar sus opiniones.

 Recuerdo muy arreglada intentando salir en un ómnibus público para visitar a una hermana creo que en Regla, o lamentándose del triste estado de las cosas. Siempre intentando sobreponerse, hasta que se cansó y se quedó encerrada en su casa.

 Sus ideas eran muy certeras y brillantes. La felicité sinceramente por el éxito de su paladar privado “Claro de Luna” y mostró mucha objetividad cuando me respondió: “Bueno, Teresita, hasta que nos dejen”. Y tuvo razón, por la envida y la mezquindad los mataron a multas, inspecciones y presiones.

Fuimos vecinas por décadas y ahora ha partido. Lo único que me queda decir es “que en paz descanse” y gracias Naida, por la hermosa familia que formaste junto a tu esposo, y que está hoy, como muchas familias cubanas, a ambos lados del estrecho de la Florida.

Estela Teresita Delgado

 

 

Monday, December 2, 2013

¡Que bonito!

Antes de terminar el año quiero compartir el texto de esta canción que tengo en mi mente, pero que no he podido poner en un disco. Tal vez no tenga valor literario, pero tiene mucho valor sentimental, pues la inspiración me llegó luego de una misa del padre Marcial en St. Agnes

¡Qué bonito

¡Qué bonito, Señor! ¡Qué bonito!

Qué  bonito cuando tú me miras,

¡Qué bonito, Señor! ¡Qué bonito!

Cuando llamas para que te siga.

Cuando no conocía tu nombre,

Desde siempre tú me protegías,

Con paciencia tú sólo mirabas

Las torpezas que yo cometía.

Al llegar los dolores y el miedo,

Las tinieblas llenaron mi alma

Entonces  me aferré a tu mano,

La tormenta se desvaneció en la calma.

Oh, Señor, no me dejes a solas,

Sólo contigo disfruto la vida,

Y si suelto tu mano te pido

Que me llames para que te siga.

Qué bonito, Señor! ¡Qué bonito!

Qué  bonito cuando tú me miras,

¡Qué bonito, Señor! ¡Qué bonito!

Cuando siento que estás en mi vida.

Naples, Febrero 11, 2013

Estela Teresita Delgado

Sunday, December 1, 2013

Algunas reflexiones sobre los impuestos



Una de las primeras expresiones que me sorprendieron en este país la emitió mi cuñada. Sus padres la trajeron a los Estados Unidos a los dos años de edad, por lo que su educación y formación es la de una ciudadana de este país. Recuerdo que ella reclamó algo y argumentaba que ella no pagaba impuestos para eso. Y exigió respeto y explicación.

Eso fue totalmente novedoso para mí, pero ahora lo comprendo. Los ciudadanos están orgullosos de pagar impuestos porque eso implica que se sostienen a sí mismos, y saben que ese pago es absolutamente necesario para contribuir al pago de la policía, los bomberos, la infraestructura y otros gastos comunes. Aquí los ciudadanos pagan los impuestos, y en base a lo recaudado se hace el presupuesto del estado. Eso es lo que explica las duras discusiones en el cómo usar el dinero, el nivel de endeudamiento, el déficit y sobre todo el alza o disminución de los impuestos.

En el sistema comunista el estado toma posesión de los medios de producción para su administración, y se elimina la propiedad privada. Ya eso es una base fatal, pero la organización de la economía en la práctica es mucho peor.  Realmente  no recuerdo en nada de la teoría marxista que se obligara a funcionar de una manera tan macabra e ineficiente.

Me imagino que los rusos, que estaban casi en el feudalismo cuando se produjo la revolución,  lo aplicaron así y luego se fue copiando. El hecho es que el ciudadano no recibe el salario  que se le debe por su trabajo, sino que casi lo que recibe es un dinero de bolsillo, un estipendio para gastos menores, y el estado se queda con casi todo el dinero y lo maneja a su antojo.

Al no haber contabilidad, ni oposición, ni poder judicial, pues de ese saco se usa todo como mejor le plaza a alguien. Los resultados en Cuba están a la vista. Excesivo endeudamiento, ineficiencia de la economía (prácticamente hay que importarlo todo) y una dudosa contabilidad. Por ejemplo, los ingresos del grupo Gaviota, producidos con bienes del pueblo cubano, no entran al presupuesto nacional y se utiliza por Raúl Castro como le convenga.

Al llegar a los Estados Unidos los cubanos enseguida se adaptan. La lógica dice que mientras más impuestos uno pague eso implica que ha ganado más, así que es un mal necesario, siempre que el nivel de ingresos no sea abusivo. Por eso tengo confianza que con unas reglas del juego clara en una nueva Cuba los cubanos sabremos cómo organizarnos. Realmente no hay que inventar el agua caliente. El sistema opera en casi todo el mundo occidental con eficiencia.

Estela T. Delgado