Wednesday, March 26, 2014

¿Bien para quién? Descarados


Bien para todos?

En un sistema democrático por lo regular no se regala mucho. El éxito de una democracia radica en el hacer accesible a la mayor cantidad de ciudadanos posible la oportunidad de tener éxito en sus proyectos personales.

El pueblo cubano ha vivido durante los últimos 55 años un sistema de partido único y actualmente una gran cantidad de ciudadanos cubanos viven en la total pobreza, caracterizada por falta de alimentos, pésimas condiciones de vivienda, escaso transporte y otras carencias personales, incluso de los preciados artículos de aseo personal, los que son básicos en un clima tropical.

En la clausura del último congreso de trabajadores el secretario del partido comunista dijo textualmente que no se pueden subir los salarios porque para distribuir riqueza primero hay que crearla. Es decir, en 55 años no han sido capaces de producir riqueza a pesar de acumular millones de dólares en deuda con casi todo el mundo. La economía del país está en bancarrota y ya casi no tienen de donde sacar.

Es en ese marco que se ha convocado para el sábado 29 de marzo una reunión extraordinaria de la asamblea del Poder Popular para aprobar una nueva Ley de Inversiones Extranjera en la isla.

Las bases de esta legislación son falsas. El ciudadano cubano de a pie no tiene acceso a crear corporaciones, empresas privadas, y su trabajo por cuenta propia esta duramente grabado para que no pueda enriquecerse. Por otro lado, el gobierno busca recursos externos para sostenerse en el poder.

El problema de la inversión extranjera tiene un fuerte problema de credibilidad. Aprobaran leyes para garantizar la no expropiación y respeto al capital invertido, pero similares leyes existían en 1959 y las propiedad fueron expropiadas y aún no se han compensado  a sus legítimos dueños por el despojo al que fueron sometidos. En fechas recientes varios extranjeros han sido expropiados de sus inversiones, algunos han muerto o están en la cárcel, y el estado se ha adueñado de sus propiedades.

La legislación plantea que las  inversiones, por ejemplo, no podrán ser expropiadas, salvo motivos de utilidad pública o interés social previamente declarados por el Consejo de Ministros. Ahí está el detalle, el consejo de ministros, todos del partido comunista, aprueban lo que dicte su secretario general (No olvidemos que se trata de una dictadura)

Sobre las modalidades de inversión extranjera que se aplicarán, aclararon que el Proyecto de Ley propone que sean realizadas en calidad de empresa mixta, contrato de asociación económica internacional o empresa de capital totalmente extranjero. El socio nacional siempre tiene que ser el estado cubano o una empresa que le pertenezca.

Los «contratos de asociación económica internacional» clasificarían en las modalidades de contratos a riesgo para la exploración de recursos naturales no renovables, la construcción, producción agrícola, administración hotelera, producción o servicios y para los contratos de prestación de servicios profesionales.

En cuanto a  los trabajadores que laboren en estas actividades serán, por lo general, cubanos o extranjeros residentes permanentes en Cuba, mientras que las personas no residentes permanentes que se contraten estarían sujetas a las disposiciones de inmigración y extranjería vigentes.( Sólo los que ellos autoricen pueden entrar en el juego)

También se propondrá a los parlamentarios que el personal cubano o extranjero residente permanente en el archipiélago que preste servicios en las empresas mixtas, sea contratado por una entidad empleadora propuesta por el Mincex y autorizado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Es decir, el trabajador cubano seguirá esclavizado por el estado.

 Proyecto sometido a consideración de los legisladores prevé para los inversionistas foráneos un régimen especial de tributación que es realmente ventajoso, mientras que la los cuentapropistas nacionales que tanto hacen para sobrevivir son exprimidos hasta el último centavo.

Por ejemplo,  se propone la exención del pago del impuesto sobre los ingresos personales a los inversionistas extranjeros socios en empresas mixtas, o partes en contratos de asociación económica internacional, por los ingresos obtenidos a partir de los dividendos o beneficios del negocio.

También se les aplicaría a estos y a los inversionistas nacionales (que siempre serán personas jurídicas, dentro de lo que se incluye a las cooperativas —al parecer tanto agropecuarias como no agropecuarias) un tipo impositivo del 15 por ciento sobre la utilidad neta imponible. Es decir, los privilegiados funcionarios que utilizaran el dinero del pueblo se enriquecerán legalmente.

Se eximiría del pago de impuesto sobre utilidades a las empresas mixtas y partes en los contratos de asociación económica, por un período de ocho años a partir de su constitución —y el Consejo de Ministros podrá extender el período—, entre otros beneficios sobre el tema.

No obstante, según consta en el proyecto facilitado a la prensa, cuando «concurra la explotación de recursos naturales, renovables o no, puede aumentarse el tipo impositivo sobre utilidades, por decisión del Consejo de Ministros. En este caso puede elevarse hasta un 50 por ciento».

Las empresas mixtas y los inversionistas nacionales y extranjeros partes en contratos de asociación económica internacional, o las empresas mixtas, también podrían ser beneficiadas con bonificaciones de hasta el 50 por ciento en varios impuestos, según sea el caso.

No podría aspirarse  nada diferente. Esta ley es un bochorno y poco aportará al pueblo de Cuba. Es inmoral que unas empresas que se benefician con las ventajas de la libre empresa, acepten invertir en un país donde se aplasta al ciudadano común.
Estela Teresita Delgado

Sunday, March 16, 2014

¡Comandante en Jefe, ordene!


¡Comandante en Jefe, ordene!
                                                                         Pensaba que el lema con el que encabezo este artículo se le aplicaba sólo a Fidel Castro. Pero al llegar a los Estados Unidos he escuchado que el presidente del país es considerado el comandante en Jefe y supongo que en el resto de los países ocurrirá igual.
                                                                         Si  bien es cierto que en las sociedades democráticas modernas el presidente es el dirigente supremo de las fuerzas armadas, lo cierto es que un presidente es sobre todo,  un servidor a los votantes. Los que mandan realmente al presidente son los votantes y no viceversa. A la persona ocupando la presidencia se le exige a cambio de sus privilegios y salario que defienda y represente los intereses de los votantes.
                                                                         En Cuba el hombre que ocupa la presidencia no fue electo, sino que formalmente fue “elegido” por los miembros del partido que El dirige y los que tienen  que aprobar lo que él diga. Pero además existe una tremenda confusión, la población se ha creído que es también un comandante en jefe de los civiles.
                                                                         La población se siente aplastada por el poder, al verse incapacitada de optar por alguna otra opción. Eso además de la falta de conocimientos que posee debido a la censura y a manipulación de la información. Esto explica la falta de  inspiración de los cubanos, pero la que aún tienen los venezolanos.

                                                                         He reflexionado mucho sobre este tema en el día de hoy luego de escuchar el evangelio sobre la Transfiguración del Señor. En el evangelio Mateo cuenta que los apóstoles presentes escucharon una voz que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle”
                                                                         Al escuchar esto sintieron miedo y se postraron. Pero al alzar el rosto vieron a Jesús y El les dijo: “Levantaos, no tengáis miedo”.

                                                                         El día que los cubanos descubramos que Dios Todo Poderoso nos ama todo cambiará en Cuba. El día que volvamos los ojos al único Dios, al Dios de Jacob, al Dios de Israel,  al Dios de Abraham, al Dios de Moisés, al Dios de David, todo cambiará en Cuba. Ese día que nos acordemos que el verdadero Comandante en Jefe nos dice: “Levantaos, no tengáis miedo”. Ese día comenzaremos a construir una mejor Cuba.
Estela Teresita Delgado

Thursday, March 13, 2014

Pre crónica de una muerte posible


Pre crónica de una muerte posible

El pasado 5 de marzo Raúl Castro fue a Caracas y tuvo la oportunidad de conocer más detalles de la situación que actualmente vive Venezuela. En mi opinión este momento marca uno de los peores errores estratégicos del general, el que podría desencadenar consecuencias trascendentales para  Cuba.

El general, que indudablemente es quién manda hoy en Venezuela, podría haber buscado otra cara fresca que le ayudara a mantener el chorro de petróleo a Cuba.  Pero lo que hizo Raúl Castro fue reafirmar el apoyo a Maduro y comprometerse con más personal militar. Esa decisión constituyó un tremendo error.

En mi opinión el usurpador Maduro tiene sus horas contadas al frente de Venezuela. La pregunta es cómo y donde será juzgado y en cual país buscará protección. Luego que bajo su mandato las fuerzas uniformadas reprimieran tan brutalmente a la población civil y provocara tantos muertos y heridos, ese señor ya no es una opción para el futuro de Venezuela. Eso está clarísimo.

Un error aún mayor fue la decisión sobre la permanencia en Venezuela del personal civil cubano, en especial el personal médico. Esta decisión quedó reflejada claramente en la declaración a la prensa del canciller cubano Bruno Ramírez Parilla el pasado 6 de marzo. En la misma se dice textualmente:

“Los colaboradores cubanos, como se expresó en el desfile de ayer, continuarán cumpliendo con su deber y compartiendo la suerte del heroico pueblo venezolano, bajo cualquier circunstancia”

Para entender esta declaración hay que precisar algunos conceptos. Para la dictadura de La Habana el heroico pueblo venezolano son los que apoyen a Maduro, los otros ciudadanos no son venezolanos, al igual que los opositores cubanos son considerador mercenarios y traidores. Al apoyar a una de las partes el gobierno cubano de mete en un conflicto civil entre los ciudadanos de un país, y eso es extremadamente grave. ¿Qué pueden pensar los nicaragüenses, bolivianos y ecuatorianos que les puede pasar a ellos? Además, qué significa la frase  “bajo cualquier circunstancia” La traducción es que utilizaran al personal civil como carne de cañón.

Así las cosas, el personal cubano podría verse obligado a enfrentar situaciones riesgosas. Y por ello es muy posible que recibamos la noticia de la muerte de un colaborador civil cubano, tal vez un médico. Y nos dolerá muchísimo esa muerte, al igual que nos duelen todos y cada uno de los muertos en el conflicto en Venezuela. Tendremos además un profundo sentimiento de frustración y lástima, al ver que uno de los profesionales que buscaron un poquito más de dinero para mejorar su precaria situación económica, termine perdiendo la vida por algo que no le toca.

Ya sabemos que el periódico Granma publicará fotos que se repetirán en todos los periódicos del país. Veremos lágrimas de los padres, de la viuda y tal vez los hijos, leeremos recuerdos y anécdotas de los compañeros de trabajo, estudio y del barrio, que mostraran a esa cubana o cubano como una amante del comunismo.  Luego de tocar las fibras sensibles de las almas se tendrá que identificar un culpable. También sabemos quién será el nombrado: el imperialismo yanqui.

La gran verdad es otra. Si mueren cubanos en Venezuela a responsabilidad total está en las manos ya repletas de sangre del Castro de turno. Inútilmente se derramó ya sangre cubana en Angola, Vietnam, Etiopia y en Suramérica. Esta sería una ocasión más. ¿Hasta cuándo?

Estela Teresita Delgado