Sunday, March 16, 2014

¡Comandante en Jefe, ordene!


¡Comandante en Jefe, ordene!
                                                                         Pensaba que el lema con el que encabezo este artículo se le aplicaba sólo a Fidel Castro. Pero al llegar a los Estados Unidos he escuchado que el presidente del país es considerado el comandante en Jefe y supongo que en el resto de los países ocurrirá igual.
                                                                         Si  bien es cierto que en las sociedades democráticas modernas el presidente es el dirigente supremo de las fuerzas armadas, lo cierto es que un presidente es sobre todo,  un servidor a los votantes. Los que mandan realmente al presidente son los votantes y no viceversa. A la persona ocupando la presidencia se le exige a cambio de sus privilegios y salario que defienda y represente los intereses de los votantes.
                                                                         En Cuba el hombre que ocupa la presidencia no fue electo, sino que formalmente fue “elegido” por los miembros del partido que El dirige y los que tienen  que aprobar lo que él diga. Pero además existe una tremenda confusión, la población se ha creído que es también un comandante en jefe de los civiles.
                                                                         La población se siente aplastada por el poder, al verse incapacitada de optar por alguna otra opción. Eso además de la falta de conocimientos que posee debido a la censura y a manipulación de la información. Esto explica la falta de  inspiración de los cubanos, pero la que aún tienen los venezolanos.

                                                                         He reflexionado mucho sobre este tema en el día de hoy luego de escuchar el evangelio sobre la Transfiguración del Señor. En el evangelio Mateo cuenta que los apóstoles presentes escucharon una voz que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle”
                                                                         Al escuchar esto sintieron miedo y se postraron. Pero al alzar el rosto vieron a Jesús y El les dijo: “Levantaos, no tengáis miedo”.

                                                                         El día que los cubanos descubramos que Dios Todo Poderoso nos ama todo cambiará en Cuba. El día que volvamos los ojos al único Dios, al Dios de Jacob, al Dios de Israel,  al Dios de Abraham, al Dios de Moisés, al Dios de David, todo cambiará en Cuba. Ese día que nos acordemos que el verdadero Comandante en Jefe nos dice: “Levantaos, no tengáis miedo”. Ese día comenzaremos a construir una mejor Cuba.
Estela Teresita Delgado

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