Wednesday, June 5, 2019

Papel, Papel,Papel


Papel, Papel, Papel.

Cuando comencé a trabajar en Cubatur en el año 1977, esa empresa era la única comercializadora de los servicios turísticos, y eso incluía la oferta en moneda nacional a la población cubana de excursiones como por ejemplo a Soroa, Viñales, Varadero, la vuelta a Cuba, y otros servicios. En ese entonces la empresa también recibía turistas de países de Europa del Este y enviaba cubanos a esos destinos sobre la base de intercambio.

En uno de esos viajes como guía de turismo a Europa del Este tuve una turista muy especial. Era una señora mayor, muy ágil, de buenas maneras, muy puntual y disciplinada, y que amaba el socialismo. Realmente era una buena clienta y la recuerdo con afecto. Estando en Alemania del Este se me acercó y me dejó sin palabras cuando me dijo:” Tenemos que aprender mucho de estos países, lo tienen todo pensado. Fíjate que el papel sanitario es duro y marcado con porciones pequeñas. El nuestro es demasiado suave y las personas usan demasiado. Esta gente si sabe ahorrar.”

Todo se puede ver diferente de acuerdo con el punto de vista que se analice. En estos momentos el papel sanitario en moneda nacional ha desaparecido, como hace un tiempo también faltaba en Venezuela. ¿Por qué en los países socialistas los servicios a los nacionales son deficientes? ¿Por qué en Cuba no hay papel sanitario en moneda nacional, o escasea el papel sanitario en Venezuela?

Eso sucede por el mismo motivo que no se vende desodorante en moneda nacional, no se limpian las calles, no se arreglan los jardines públicos, el transporte es un desastre, no hay alimentos, ni ropa, ni zapatos decentes, … Eso sucede porque existe un total desprecio al ciudadano ya que el mismo no tiene el poder político y por lo tanto los cargos de los dirigentes no dependen de los ciudadanos, sino del partido comunista.

Los ciudadanos cubanos deben recuperar el poder político y tener la capacidad de que su voz se escuche. La política no es opcional, es indispensable, si no toma parte en ella, los vivos seguirán viviendo de los bobos.

Estela Teresita Delgado