TODO ES
POSIBLE EN CRISTO QUE NOS FORTALECE
En el capítulo diecisiete del Primer
Libro de Samuel se relata una de las historias mas motivadoras de todos los
tiempos.
Un guerrero de los filisteos,
Goliat, había retado al pueblo de Israel a una pelea individual. Si ganaba el
gigante los judíos quedaban de esclavos, si perdía se haría esclavo de los judíos.
El libro dice que Goliat media ms de dos metros, su coraza de bronce pesaba 60
kilos, el palo de su lanza era tan grueso el marco de un telar y su punta de
hierro pesaba más de 7 kilos.
Ante el resto las tropas de Saul
quedaron asustadas y desmoralizadas. Nadie se atrevía a enfrentarlo, sin
embargo, cuando David comienza a incursionar en la posibilidad de enfrentar al
gigante hay varias respuestas.
Eliab su hermano mayor le dijo:”
¿Por qué viniste para acá? ¿A quién
dejaste encargadas las ovejas que tenemos en el desierto? Ah, ya se, ¡tú andas
curioseando y buscando la ocasión para ver la batalla!
El rey Saul le dijo: “Tú no podrás
pelear con él, eres solo un niño y el en cambio es un hombre que pelea desde la
juventud,”
En las palabras que le dirige
David a Goliat esta la clave de su victoria: …Toda la tierra sabrá que hay un
Dios en Israel, y todos los que están aquí reunidos sabrán que Yavé el no
necesita espada o lanza para dar la victoria, porque la suerte de la batalla está
en sus manos: El los va a poner a ustedes en nuestras manos.”
Ya sabemos que la clave de la victoria
de David fue la confianza absoluta en Dios en contra de todos los pronósticos.
El pueblo de Cuba hoy se enfrenta
a uno de los retos mas grandes de nuestra historia. No nos enfrentamos desde el
punto de vista material a un gigante, si lo es tiene los pies de barro. Lo que
nos enfrentamos es al miedo y la falta de confianza en Dios, que nos hace tener
falta de fe en nosotros muchos,
El miedo se reviste de muchas
maneras, nos engaña a nosotros mismos. Recordemos el mensaje que nos reafirmó Juan
Pablo II en su visita a Cuba: ¡No tengáis miedo!
Estela T. Delgado