
Llevo varias horas pensando en Carlos Oramas. Realmente son ya varios los
días. Y por supuesto que siempre tengo que pensar también en Vicky, su
compañera de tantos años.
Es un privilegio poder tener la
experiencia de conocer personas de excelencia, casi perfectas,
resplandecientes, cercanas al ideal cristiano…Yo he tenido la fortuna de
encontrar a varias y una de ellas es Carlos Oramas.
Hubiera deseado conocerlo por más tiempo, pero sólo me ha tocado el estar en
contacto con él en los últimos seis años aproximadamente, cuando me incorporé
al movimiento católico que él fundó: el Movimiento de Mayordomía Cristiana Por
Amor a Cristo, conocido regularmente como PAC.
El llegar a la madurez que permite fundar un
movimiento de esta magnitud, implica el estar muy cercano a Cristo y trabajar
durante muchos años por la iglesia, algo que hizo Carlos desde joven.
Independiente a que él nos decía siempre que él era sólo un instrumento del
Señor. Realmente hizo un movimiento maravilloso, en el que no sólo crecemos
espiritualmente, sino que lo hacemos “manos a la obra”, es decir, trabajando.
En las diversas parroquias donde actúa el
movimiento miembros del mismo están a la entrada de las iglesias dándole la
bienvenida a los visitantes, en la mesa de información ayudando a los
parroquianos, en la comunidad invitando a muchos a que vengan a nuestras
parroquias, organizando seminarios explicando la importancia del servicio a
Dios, y en muchas actividades más, específicamente todo lo que necesite el
párroco, pues es un movimiento parroquial.
PAC ha sido y es cantera de muchos dirigentes de la
iglesia y Carlos ha logrado formar un cuerpo de dirigentes excelentes que lideran
el movimiento en estos momentos.
Carlos ha sido un dirigente firme, claro,
inspirado. Pero sobre todo ha sido constructivo, amable, comprensivo. Se ha caracterizado por su humildad, por su sencillez y por tener en sus labios siempre la frase perfecta. Su fe en
el Señor ha sido siempre indiscutible.
Carlos se encuentra muy delicado de salud en estos
momentos pues la diabetes ha sido un enemigo traicionero y la circulación de la
sangre en contrapartida ha contribuido a
la situación actual, Ha sido un proceso de varios meses. Primero la amputación
de la pierna y cuando se disponía a guerrear con la prótesis otros factores lo
han llevado de nuevo a la mesa de operaciones.
Lo último que he sabido es que estaba conectado a
máquinas en un hospital de Miami. Estamos en las manos del Señor, que son las mejores.
En estos momentos me nace del corazón decirle al
Señor, gracias por Carlos. Le ruego a Dios en estos momentos por Carlos y su
familia.
Dios te bendiga, Carlos.
Estela Teresita Delgado.
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