Nuestro pequeño pueblo de Cojimar tiene de todo, incluyendo mangle (al
menos tenía). Recuerdo que hace muchos años se observaban gran cantidad de
mangles a la entrada del rio cuando íbamos rumbo a Alamar.
Los mangles filtran los sedimentos y sustancias contaminante antes que
lleguen al mar y amortiguan el impacto de las inundaciones pues tienen la
capacidad de absorber el agua y almacenarla. El 80% de las especies marinas dependen del
manglar para subsistir y ellas son parte de la cadena alimentaria de otras
especies. Los mangles son capaces de almacenar cinco veces más carbono que los
restantes bosques tropicales por lo que desempeñan una importante función en disminuir el
calentamiento global.
Los mangles de Cojimar están afectados no solo por la cantidad existente sino porque
ha disminuido en altura y diámetro. Eso
mismo ocurre en nuestro país donde un tercio de los manglares han sufrido los
efectos por los residuales químicos procedentes de la actividad agrícola,
ganadera y de asentamientos humanos, la disminución del aporte de nutrientes al
ecosistema debido a las represas, interrupción de la circulación del agua por
la construcción de viales y otras construcciones. Estuve leyendo de las
afectaciones de los mangles por la ampliación del puerto del Mariel y ya en esa
área la afectación es prácticamente irreversible.
Los mangles son un escudo que resguarda las costas, y eso es muy importante
en el caso de los huracanes. La zona del Cachón de Cojimar fue bastante
afectada por el huracán Irma y eso puede
ir a peor. Luego del Irma el agua y el fondo marino fue
limpiado violentamente, pero mientras los contaminantes sigan afectando a
nuestro rio no podremos contar con aguas limpias en nuestro rio ni en la bahia,
Estela Teresita
Delgado
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