Algunos
comentarios sobre el cambio democrático
No hay dudas que
el cambio a la democracia ya viene, lo que hace falta saber es cómo y cuándo. Yo creo que el cuándo lo sabe sólo Dios, pero
opino que está mucho más cerca de lo que muchos piensan. Nosotros tenemos que definir cómo lo queremos
y decidir los pasos que daremos para que el mismo se produzca de esa manera.
La vía armada está
en mi opinión totalmente descartada, porque eso no es lo que quiere el pueblo
de Cuba que está harto de tragedia, hambre, sangre y miseria. Eso no lo quiere
la mayoría de los que viven en la isla. Además, por la vía armada llegaron los
que están ahora en el gobierno y esto ha sido un desastre demasiado largo.
Entonces tenemos
que hablar de la revolución pacífica, como la de Checoslovaquia y Polonia, por
ejemplo. Y pacífica no quiere decir que no implique valentía y firmeza, y puede
implicar tener que soportar la violencia de las fuerzas oficiales, que incluso
pueden ocasionar dolorosas bajas.
Otro aspecto es
si queremos el cambio como un salto violento que conduzca al caos por un
tiempo, o de una manera pacífica y organizada El caos es desastroso para la
población, puede tener efectos contraproducentes y afecta la ya tambaleante
economía que tendrá que enfrentarse a muchos retos.
Si
se opta por el dialogo, ambas partes
tienen que estar dispuestas a negociar. En mi opinión no hay que esperar una
negociación voluntaria del actual régimen. Si hubieran estado dispuestos a
negociar lo hubieran hecho ya. Por lo tanto, será necesario llevarlos a que se
vean obligados a esa opción.
Por otro lado en
la oposición, dentro y fuera de la isla, es necesario tener la agudeza y la
valentía política de discutir esta opción y los temas de principios que
constituyen las bases no negociables, y los aspectos en los que se puede ceder
en aras de tener una sociedad multipartidista, con libertad de expresión,
elecciones libres y respeto a la propiedad privada.
Los líderes políticos que tendrán el
apoyo del pueblo serán los que sean capaces de analizar esta situación
estratégica y tomar los pasos correctos para salir victoriosos.
Estela T. Delgado