Importancia de la
familia cubana
Las dictaduras se
sostienen con la fuerza del ejército, pero también controlando o destruyendo todas las instituciones de la
sociedad civil.
En Cuba la tiranía controla el poder ejecutivo, el legislativo y el
judicial. Las organizaciones de masas, como ellos le llaman, son controladas
por el único partido autorizado que es el de ellos. Y de las religiones ni
hablar.
La jerarquía de las iglesias han estado negociando su posibilidad de
existir en la isla, y en esa negociación muchos parecen haber perdido los
pantalones.
A comienzos de la revolución en algunos casos se logró dividir a la
familia. Y hubo hermanos que dejaron de hablarles a hermanos o delataron a
miembros de su familia. Y las cartas desde el exterior eran penalizadas y casi
imposibles. Pero al final la familia se ha restaurado y es más fuerte que
nunca.
La institución social más importante que existe en Cuba, y que no la controla
el estado, es la familia y hay que defenderla y desarrollarla por sobre todo.
Las acciones encaminadas a dañar a la familia, ya esa evitando su comunicación,
cobrando grandes impuestos aduanales por la ayuda que se le envía o tratando de
evitar que se hagan viajes para visitar a la familia.
Mi comportamiento en
el seno de mi familia puede ser que no sea el mejor, pero es el que me dicta mi
corazón. Yo a mi familia le quiero dar
lo que más pueda, no me importa lo que me den. Al final recibo más de lo que
doy, porque son mi inspiración para seguir viviendo.
Busco la unidad de
mi familia, aunque en algunas oportunidades tengo que apelar a mi capacidad de
tolerancia. Yo no le exijo a mi familia que piense igual que yo desde el punto
de vista político y respeto sus posiciones. Yo no obligo a que mi familia practique mi
misma religión, aunque defiendo la mía porque creo que es la que los puede
llevar a la felicidad.
Y ahí seguimos,
disfrutando cada día la oportunidad de tenernos, hablarnos, abrazarnos o al
menos escucharnos dada la distancia de este terrible exilio. Más allá de este mundo físico la capacidad de tenernos es
maravillosa y le doy gracias a Dios por mi madre, que aunque ya está en su
presencia sigue siendo el puntal de mi familia.
Y los cubanos todos debemos tratarnos como familia. Respetándonos, escuchándonos
y sobre todo amándonos.
Estela
Teresita Delgado
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