Saturday, February 4, 2017

Problemas del almendrón




Hace unos meses recomendé en mi blog el libro “La historia de mi vida” del cubano Sergio Morales. En una de las anécdotas cuenta el problema que se le presentó como secretario del sindicato de autos de alquiler particulares, específicamente a la piquera situada en Casa Blanca.

“El centro turístico estaba en la misma Fortaleza de la Cabaña, un castillo construido en la época colonial y donde aún funcionaba un regimiento con guarnición militar. Para llegar al puerto de La Habana, y viajar en unas lanchitas que los cruzaban hasta el puerto de Casa Blanca”.

“Los taxis se habían ubicado allí para servir a los turistas, por muchos años existía esa fuente de trabajo con un buen número de choferes”.  

 El presidente del Instituto de Turismo quiso ofrecerle un permiso oficial a un amigo para que operara ómnibus, lo que eliminaba los taxis. Este señor era también el administrador del puesto de la Habana y compadre del Presidente Fulgencio Batista.

Morales quiso conseguir apoyo de otros sindicatos y no la obtuvieron, incluso quisieron pagarle para que se callara. Los choferes se reunieron y escogieron un grupo. Tomaron una Iglesia, (algo que personalmente no apruebo), se atrincheraron allí, armaron un escándalo tremendo. Terminaron hablando con el jefe de la policía, el jefe del ejército y el Presidente Batista intervino personalmente. Lograron sus propósitos, conservaron sus puestos y pudieron seguir ganándose la vida.

Desde que tengo uso de razón el transporte en Cuba ha sido un desastre y por breves periodos se ha hecho menos malo. En los últimos tiempos ha surgido como una alternativa la opción de los particulares que ofrecen el servicio de taxis.

El servicio de esos autos viejos, a los que los cubanos llaman “almendrones”, no es barato para un cubano común, porque los salarios de un cubano común son realmente ridículos. Por otro lado, los choferes tienen que pagar licencias altas, altos impuestos, sobornos a la policía y otros funcionarios, mantener la mecánica y el estado del auto y finalmente la gasolina ha aumentado de precio. Eso ha provocado que el precio de los almendrones siga creciendo.

Los burócratas que no hacen su trabajo de garantizar el transporte público, se involucraron en regular el sector privado.  Hace unos meses el Consejo de Administración Provincial de Ciudad de La Habana implementó el acuerdo 185 estableciendo precios como los que estaban antes. Los choferes han respondido acortando los viajes, lo que produce que una persona para un viaje largo tenga que combinar dos o tres almendrones y perder muchísimo tiempo en la gestión.

Lo anterior ha traido como consecuencia que algunos choferes pierdan sus licencias y hay menos autos disponibles, La situación actual es muy insatisfactoria para todos.

Aquí les cuento cómo eran las cosas cuando las personas tenían el derecho a protestar y exigir sus derechos. Unos protestan contra los choferes, no con la misma energía con la que le exigen a la administración. Los choferes reaccionan cada uno como puede, y separados no tienen fuerza. . La vida sigue igual. El que tenga oídos, que oiga

Estela Teresita Delgado

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