Sunday, August 6, 2017

Una mirada a la curación de Naamán.





En el libro de los Reyes del Antiguo Testamento se relata una interesante historia sobre Naamán, comandante en jefe del ejército del rey Aram. Este hombre que era muy favorecido debido a las victorias contra los arameos pero tenía un problema que todo el poder o el dinero no podía solucionar, tenía lepra.

Una criada hebrea le recomienda ir buscar solución a su problema en Israel y luego de varias gestiones llega a la puerta del profeta Eliseo. El profeta le manda un emisario y le prescribe bañarse siete veces en el rio Jordán.

El comandante se enfureció, porque en su territorio, actual Siria, existían también grandes ríos, Damasco, el Abna y el Parpar. Sobre todo, el jefe militar esperaba algo difícil, no algo fácil. Un criado se acercó al Naamán y le dijo: “¿Padre mío, si el profeta te hubiera pedido algo difícil no lo habrías hecho? ¿Por qué, pues, no lo haces cuando te dice: ¿Lávate y quedaras sano?

Naamán se bañó en el rio Jordán como le habían dicho, se sano de inmediato y comenzó a adorar al Dios de Israel.

Es curioso, en ocasiones buscamos soluciones difíciles y no queremos intentar lo fácil.

Como dijo la Madre Teresa de Calcuta: “No siempre podemos hacer grandes cosas, pero si podemos hacer pequeñas cosas con gran amor”.

Que Dios guie nuestros pasos para la solución del problema de nuestra patria que sufre inútilmente.

Estela Teresita Delgado


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