Saturday, April 11, 2015

La cumbre de Cuba







Los cojimeros tenemos muchos privilegios, y uno de ellos es que José Martí la incluyó en su famoso análisis “Nuestra América” cuando dijo:”Se ponen en pie los pueblos y se saludan.  ¿Cómo somos? se preguntan; y unos a otros van diciendo cómo son. Cuando aparece en Cojímar, no va a buscar la solución a Danzing. “
Estoy recordando este pasaje mientras escucho los discursos de la VII Cumbre de las Américas. Las relaciones exteriores son muy importantes, pero no valen más que lo que somos. La política en Cuba no se solucionará ni en Washington ni en Panamá. Las decisiones más trascendentales la tenemos que hacer los cubanos en las calles de nuestras ciudades y pueblos, en nuestros campos y mares, en nuestros llanos y montañas.
Somos cubanos los que ganamos el equivalente a 25 dólares mensuales, pagados en una moneda que no sirve casi para adquirir artículos de primera necesidad. Es necesario cambiar el peso cubano  para adquirir los artículos indispensables para la vida, y en ese proceso cierto porciento se pierde por el proceso obligatorio del cambio montario.
Dudo que los reunidos en Panamá conozcan lo que significa esperar un  autobús por más de dos horas, para luego viajar en ella apretados y rodeado de olores desagradables.
El gobierno actual de Cuba la quita al ciudadano el derecho a tener su empresa, y los que trabajan por cuenta propia tienen que pagar impuestos elevados, y estar sometidos a multas y acosos, y toda posible acción para evitar su éxito.
El profesional y la empresa cubana no pueden estar informados de lo que ocurre en el mundo por no tener acceso libre a internet, y las posibilidades de conexión están muy por encima de sus posibilidades financieras.
Por más de cincuenta y cinco años no hemos tenido opción de elegir otro partido político, y poder votar directamente por un presidente. Tampoco hemos podido leer libremente la prensa internacional, ni hemos podido tener acceso a la literatura internacional.
El Sr. Raúl Castro en el evento se dedicó a hacer “la historia del tabaco”, fundamentalmente lleno de mentiras. No le quedaba de otra, porque no tiene soluciones. Ya en el último congreso del partido lo aclaró, están en un viaje a lo ignoto, no saben a dónde van.
Si somos los dolientes tenemos que ser los que solucionemos nuestro mal. Por eso no nos queda más que recordar lo que nos dijo Martí:
“A los sietemesinos sólo les faltará el valor. Los que no tienen fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta el valor a ellos, se lo niegan a los demás.”
Estela Teresita Delgado
 




 

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