Friday, July 31, 2015

El Asalto al Cuartel Moncada


No quisiera que termine este mes sin escribir  sobre aquel acontecimiento que dio comienzo a más de una década de derramamiento de sangre y una violencia que llega hasta nuestros días.
Los jóvenes asaltantes tenían entre 20 y 24 años y muy pocos eran de la capital. Eran  jóvenes muy humildes, de origen campesino y obrero. Viajaron el día anterior en auto hasta Santiago de Cuba, unos mil kilómetros,  por lo que físicamente debieron estar muy cansados. Se alojaron por unas horas en casas de huéspedes, pero entre las 10 y 11 de la noche se trasladaron  a la Granjita Siboney.
Los que hemos visitado el lugar sabemos que es muy pequeño, por lo que 120 personas en aquel espacio debieron estar como sardinas en lata. Hasta ese momento la inmensa mayoría no sabía lo que iban a hacer. No lo sabían.
Desde meses antes se habían entrenado en clases de tiros, en su mayoría en clubes deportivos. En varias oportunidades los movilizaron y luego los mandaron para la casa sin hacer nada. ¿Podrían imaginarse que iban a asaltar el segundo cuartel militar más importante del país? Difícilmente, nada parecido se había hecho hasta entonces.
 En la granjita se encuentra con Fidel que les hace creer que se disponían a realizar una acción como la de Carlos Manuel de Céspedes en La Damajagua, le rememora valores patrios y les dice que iban a hacer historia. También los presionó con el factor tiempo: todo iba a durar unos veinte minutos. Era la verborrea de un muy buen orador graduado en leyes contra campesinos de Artemisa, Bahía Honda, Matanzas…
Los jóvenes universitarios no se comieron el cuento y no cedieron a la presión de grupo. Ellos (8)  tomaron la decisión de  no participar en lo que evidentemente era una locura. Tampoco participaron 4 que  gracias a problemas organizativos se quedaron sin transporte, y 9 se extraviaron, según la historia oficial. Los más humildes que posiblemente no tenían ni dinero para regresar, probablemente pensaron: Ahora que estamos montados en el burro hay que darle los palos, al fin y al cabo son sólo veinte minutos. Cayeron en la encerrona. Partieron hacia el cuartel a las 5.15 de la mañana luego de una noche sin dormir. Fueron como reses llevadas al matadero.
Los resultados ya lo sabemos. Los soldados tuvieron 19 muertos y 31 heridos. Las cifras del gobierno cubano declara unos 9 muertos en el combate y otros 56 ejecutados luego del combate (eso deberá corroborarse cuando haya condiciones de imparcialidad).
La mayor parte de los participantes ya no están en este mundo y su caso está en las manos del Justo Juez. En este 59 aniversario de hechos tan dolorosos elevo mi oración por los equivocados y los sacrificados, por los engañados y los engañadores. Le ruego a Dios porque no vuelvan a ocurrir en nuestra isla acontecimientos tan dolorosos y sangrientos, y porque conmemoremos el 60 aniversario en una Cuba democrática.

 Jesús, en ti confío.

Estela Teresita Delgado

 

 

Thursday, July 30, 2015

La guagua cubana (1ra Parte)


Los autobuses u ómnibus en Cuba reciben el nombre de guaguas.  El  trasladarse en guaguas es una experiencia singular, no solo porque sea necesario esperar por ellas durante varias horas bajo un sol intenso, estén sucias,  no tengan aire acondicionado lo que provoca que el calor dentro de ellas en ocasiones sea infernal, ni por el ruido del motor, el sonido de  radios, conversaciones de todo tipo, los olores mezclados indescifrables y demás. 
Lo verdadero único es que la cantidad de personas que pueden entrar en un ómnibus, un número misterioso que sería muy difícil de poder calcular. Luego que la persona logra montarse en una de ellas, lo importante es conservar el espacio, y si es posible mejorar. Lo ideal es poder aguantarse a un tubo que esté cercano, o estar de frente a una ventanilla por donde entre aire fresco, o al menos cerca de una de las claraboyas en el techo. Y una vez conquistado ese lugar, uno se aferra a él con pasión.
Si alguien manda a caminar hacia el fondo del autobús la respuesta por lo regular es: Camine usted, si quiere. A uno le prometen que allí se podrá encontrar más cómodo, pero nadie quiere arriesgarse y sigue agarrado del tubo. Si alguien quiere ir empujándolo a uno de poco a poco para tomar su puesto, la persona se rebela con bravuconería: Oiga, échese para allá, que no soy colchón.
Se pudiera hacer un ensayo sobre el comportamiento en el autobús, pero todo se reduce a conformarse con lo poquito a mano, el temor al cambio, el pelear por el espacio individual, la agresividad hacia cualquiera que ponga en peligros los pequeños logros obtenidos hasta el momento…Eso ocurre en la sociedad cubana.
La camarilla gobernante ha trabajado durante décadas a que las personas tengan un temor terrible a que el porvenir sea aún peor que el presente y el temor al cambio sea enorme.  Muchos se aferran a lo poquito que tienen, porque es lo único que pueden vislumbrar a corto plazo, y ese es lo que vale, porque el futuro siempre es incierto. Muchos cubanos están “pegados al tubo” por falta de información, por ser la única alternativa debido a situaciones familiares, personales o de otro tipo. Es humano, es normal, y hasta es lógico, dadas las circunstancias.
De todas maneras, el futuro es para todos, para los que se sacrifiquen y los que teman arriesgarse. Al fin y al cabo, el amor, incluso el amor a la patria, tiene que ser siempre voluntario. Cada cual debe dar lo que puede, tiene, y sobre todo lo que quiera. La lucha por la supervivencia nos toma mucho tiempo, la ayuda a la familia requiere esfuerzo(al fin al cabo la patria es primeramente la familia, los amigos y las cosas que amamos) Pero con que cada cual haga lo que pueda es ya mucho;  ya sea con un análisis que ofrezca un ángulo diferente, compartiendo una información que nos interese a muchos, dando comentarios en las redes sociales que ayuden a que otros se sensibilicen.
Miremos con amor y tolerancia a los pegados al tubo porque la patria es de todos.

Estela Teresita Delgado

Saturday, July 18, 2015

Multiplicación de los chinos en el Caribe


Hay muchísimos chinos en el mundo, para este año existe un estimado de unos 1,361,512,576 chinos. Además, el país es enorme y tiene muchos recursos naturales. Esas son las bases para impresionantes cifras de demanda y oferta, a pesar de la baja calidad de muchos productos.

Tras muchas décadas de comunismo el espíritu emprendedor e innovador chino estaba seriamente deteriorado, y la economía estaba en total bancarrota. Entonces la dirección comunista decidió aprovechar la eficiencia de la economía de libre mercado. Los funcionarios del partido, el ejército y otros cuerpos represivos se convirtieron en los nuevos empresarios, aumentaron su nivel de vida e hicieron que de nuevo la maquinaria funcionara.

La traducción de eso para la población no fue tan alentadora. De acuerdo a Globalization and the Poor, por ejemplo, en China el salario de un trabajador en las industrias de confecciones textiles es de 0.44 dólares la hora. De acuerdo al World Bank el 16.6% de los chinos viven con 1 dólar al día, y el 46.7% vive con 2 dólares al día. Otro aspecto a considerar es que los chinos tienen tres veces más riesgo de sufrir un accidente en una fábrica que los americanos.

De acuerdo al gobernante Raúl Castro,( no de acuerdo a sus opositores), nada en Cuba va a cambiar con el restablecimiento de las relaciones con los Estados Unidos. Los cubanos no están autorizados a tener sus propias empresas, no tienen acceso libre a importaciones y exportaciones, no podrán votar por múltiples partidos, no tienen libre expresión ni libre acceso a internet, ni nada. Todo igual.

Los nuevos empresarios son los funcionarios del partido, el ejército y la seguridad del estado, los opositores son más apaleados, y las empresas americanas, que antes eran tenían una parte del pastel, se van a comer el pastelito completo.

El avance para los cubanos va a ser pasar de 25 dólares al mes tal vez a 70, que es claramente una mejoría, y también tendrán acceso a las propinas de los turistas americanos. ¿Es eso lo que queremos para nuestros seres queridos y nosotros mismos? ¿Es eso algo de los que nos podemos sentir orgullosos?

El mundo influye, pero no determina. Lo que determinará lo que ocurrirá en Cuba está en la decisión de cada cubano, y que su actuación sea consecuente con su decisión. Ruego a Dios que ilumine nuestras mentes y nos provea de la fuerza necesaria.

Estela Teresita Delgado

Saturday, July 4, 2015

Proceso de atomización


Las dictaduras pueden permanecer en el poder sólo cuando lograr atomizar la individualidad de los ciudadanos, con lo que  logran una masa que responda solamente a sus órdenes.la individualidad es reducida a su más mínima expresión. Los ciudadanos entonces no pueden trabajar juntos para obtener la libertad, o confiar los unos en los otros o hacer algo por iniciativa propia.
En esos casos se inculca la sumisión incuestionable a las autoridades, ya sea alegando una enemigo externo (exacerbando el chovinismo),  o poniendo a un grupo de ciudadanos contra otro. Los opositores son calificados de mercenarios y egoístas, y con ello se les retira el apoyo popular.
En todo este proceso el papel de los medios de comunicación y la prensa son claves, así como la limitación de comunicación con el exterior; al mismo tiempo que se hace férreo el jugo por medio de la policía y métodos de espionaje al ciudadano.
Desde el punto de vista social, las dictaduras ocupan el liderazgo de las instituciones ciudadanas y asociaciones profesionales. Las instituciones que no pueden ser tomadas, son debilitadas de manera tal que queden subordinadas al poder del grupo en el poder.
Todo este proceso ocasiona el debilitamiento de la población, la falta de confianza, y hace que las personas sean incapaces de  ofrecer resistencia. Los ciudadanos no comparten su deseo de libertad ni siquiera con sus amigos, porque el temor se convierte más fuerte que la sinceridad. De ahí el surgimiento de la doble moral.  Esa es el génesis de la vida sin propósito y la falta de esperanza en el futuro.
 En Cuba este proceso ya se extiende por varias décadas e incluye a varias generaciones.
Una amiga  de otro país me preguntó ayer  algo muy lógico: ¿y por qué no se rebelan? La respuesta es muy compleja, no cabe en esta página. Espero que los que lean estas líneas puedan entenderlo un poquito más.

Estela Teresita Delgado

 

 

El complejo problema de la inmigración



Desde tiempos muy antiguos los seres humanos hemos emigrado, ejemplo de ello fueron las tribus nómadas en tiempos ya muy lejanos. Podemos encontrar otros ejemplos en la Biblia, cuando Los hermanos de José fueron a Egipto a buscar alimentos porque su región sufría una sequía prolongada, o cuando José huyó con la Virgen María y el pequeño Jesús a Egipto para protegerlo de Herodes.
También desde entonces se han visto abusos a los emigrantes, recordemos que los judíos vivían como esclavos bajo el faraón, y que fueron liberados por Dios bajo el liderazgo de Moisés. En la historia más reciente, hemos conocido de la exterminación de millones de judíos bajo el fascismo.
Con la división político administrativa del mundo actual se establecieron las fronteras, y con ello el derecho de cada país a decidir a quién autoriza a vivir en su territorio. Sea justo o no, esa es la ley vigente, y los cubanos lo sabemos muy bien. Si un balsero cubano llega a Bahamas es llevado a prisión, en muchas oportunidades es abusado antes de ser devuelto a la isla. En otras islas no logran ni poner un pie en tierra; y en muchos aeropuertos del mundo son retenidos y luego deportados. Pero a pesar de ello, unos dos millones de cubanos viven fuera de la isla.
Cuando la necesidad de emigrar es mayor que los riesgos que se corren, muchos arriesgan su vida para irse a otros países, y eso incluye todas las nacionalidades y varias regiones del mundo: desde África a los países del Mediterráneo, desde los países del Mediterráneo al Norte de Europa, de América del Sur y Centroamérica al Norte, y también en Asia se encuentran diversos ejemplos. Es un proceso que tal y como están las cosas en el mundo actualmente, parece no tener un final cercano.
Trato de hacer un análisis balanceado, pero como inmigrante mis simpatías están con la comunidad de la que soy parte; y ello se afianza además porque conozco excelentes seres humanos que no han tenido otra alternativa que no sea el inmigrar ilegalmente.
Sin embargo, analizando el tema sin pasión, algo muy difícil para nosotros los hispanos, los Estados Unidos de América tienen el mismo derecho que cualquier otro país a determinar a quién quiere aceptar en su territorio. En mi opinión, sus leyes migratorias se han quedado estancadas en los conflictos bipartidistas, y no están actualizadas con el mundo actual, las necesidades de inmigración desde otros territorios, y las necesidades de la comunidad empresarial de los Estados Unidos. Por ello, entre otros motivos, la inmigración ilegal es una realidad.
Es cierto también que en algunos puntos de la frontera, terrestre y marítimas, existe gran relajamiento. Por ejemplo, en días recientes un inmigrante ilegal mató a una joven Estadounidense en la ciudad de San Francisco, y ese señor había entrado cinco veces por la frontera ilegalmente y se encontraba bajo libertad provisional. Seamos sinceros,  muchos conocemos miembros de nuestra comunidad que han entrado ilegalmente más de una vez por la frontera.
En las cárceles de los Estados Unidos hay miles de inmigrantes acusados de robo, abuso, violación, tráfico de drogas, secuestro, y otros delitos. Esa es la pura verdad. Es también cierto que ellos no representan la mayoría de los inmigrantes, y que hay muchos más nacionales de este país en prisión acusados de esos mismos delitos. La diferencia entre los nacionales y los importados, es que ellos están obligados a lidiar con sus propios violadores de la ley, pero no con los de otras nacionalidades. Y eso no se reduce a una nacionalidad, hay cubanos, haitianos, centroamericanos, mexicanos y originarios de América del Sur.
Algunos individuos y empresas han sido manipulados por políticos por las palabras del candidato Donald Trump. Es mi opinión que si reaccionáramos con igual indignación contra los actos ilegales de nuestra comunidad, tendríamos una mejor imagen en este país.  Esos criminales son tan indeseados en los Estados Unidos, como lo son en nuestros propios países.
Es vital no dejarnos manipular por uno u otro partido por un motivo elemental: necesitamos una ley nueva de inmigración, necesitamos que puedan lograr una legalización millones de personas, y eso sólo lo lograremos con una negociación bipartidista sobre este tema.

Estela T. Delgado

 

 

 

Wednesday, July 1, 2015

LA ESPERANZA EN UN FUTURO MEJOR


La esperanza es una necesidad primordial de los seres humanos.  El gordo  espera adelgazar, los padres desean un hijo sano, la madre confía en el cambio de actitud del hijo desobediente y el enfermo terminal añora un milagro que le permita recuperar la salud.  Son múltiples los ejemplos, pero todos necesitamos la esperanza de que lo que está por venir es mejor.
Sin embargo, la lógica nos indica que resulta primordial seleccionar en dónde ponemos nuestras esperanzas. Si basamos nuestras esperanzas en una premisa equivocada, la consecuencia poblablemente sea la desilusión, está vez acompañada por un estado de desesperación y frustración aún mayor que al comienzo. Además, en esa espera se habrá perdido un tiempo precioso.
Otra de las enseñanzas que nos deja la historia es que no  debemos poner la esperanza en lo que otros hagan, pues de esa manera uno se niega la oportunidad de acción y reacción.  En importante poner nuestra confianza en Dios, pues con la certeza que con El todo se puede, los que en El creemos adquirimos una fortaleza extraordinaria. Y con ese antecedente, seguidamente debemos  poner nuestras esperanzas en nosotros mismos y nuestras acciones. Eso nos lleva a un punto clave, en el que  Dios nos inspira, la esperanza se convierte en  un objetivo,  y la acción constituye la forma de alcanzarlo.
Es un error concebir esperanzas de un futuro mejor para los cubanos basados en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos. Apoyo esta afirmación entre otros, en los siguientes puntos:
1.      Si el régimen de los Castro hubiera deseado cambiar ya lo hubieran hecho desde hace mucho tiempo; no necesitaban esperar por los Estados Unidos para hacerlo.
2.      Si los millones de Rusia, España, Alemania, Venezuela y tantos otros, no ha llevado a una mejoría para los cubanos, no hay evidencias que los millones de los americanos tengan un efecto diferente.
3.      El nivel de represión contra la oposición en este período de negociación no ha disminuido, sino que se ha incrementado.
4.      El régimen ha declarado que no está dispuesto a cambiar en lo más mínimo, y todos los cubanos sabemos lo que eso implica.

La lista pudiera ser aún mayor, pero lo cierto es que tendremos que esperar indefinidamente un cambio mientras digamos que “eso no hay quién lo cambie”. El primer paso imprescindible es tener la certeza que: CUBA PUEDE CAMBIAR, Y SOMOS  LOS CUBANOS LOS ENCARGADOS DE HACERLO POSIBLE.

Estela Teresita Delgado