Wednesday, July 1, 2015

LA ESPERANZA EN UN FUTURO MEJOR


La esperanza es una necesidad primordial de los seres humanos.  El gordo  espera adelgazar, los padres desean un hijo sano, la madre confía en el cambio de actitud del hijo desobediente y el enfermo terminal añora un milagro que le permita recuperar la salud.  Son múltiples los ejemplos, pero todos necesitamos la esperanza de que lo que está por venir es mejor.
Sin embargo, la lógica nos indica que resulta primordial seleccionar en dónde ponemos nuestras esperanzas. Si basamos nuestras esperanzas en una premisa equivocada, la consecuencia poblablemente sea la desilusión, está vez acompañada por un estado de desesperación y frustración aún mayor que al comienzo. Además, en esa espera se habrá perdido un tiempo precioso.
Otra de las enseñanzas que nos deja la historia es que no  debemos poner la esperanza en lo que otros hagan, pues de esa manera uno se niega la oportunidad de acción y reacción.  En importante poner nuestra confianza en Dios, pues con la certeza que con El todo se puede, los que en El creemos adquirimos una fortaleza extraordinaria. Y con ese antecedente, seguidamente debemos  poner nuestras esperanzas en nosotros mismos y nuestras acciones. Eso nos lleva a un punto clave, en el que  Dios nos inspira, la esperanza se convierte en  un objetivo,  y la acción constituye la forma de alcanzarlo.
Es un error concebir esperanzas de un futuro mejor para los cubanos basados en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos. Apoyo esta afirmación entre otros, en los siguientes puntos:
1.      Si el régimen de los Castro hubiera deseado cambiar ya lo hubieran hecho desde hace mucho tiempo; no necesitaban esperar por los Estados Unidos para hacerlo.
2.      Si los millones de Rusia, España, Alemania, Venezuela y tantos otros, no ha llevado a una mejoría para los cubanos, no hay evidencias que los millones de los americanos tengan un efecto diferente.
3.      El nivel de represión contra la oposición en este período de negociación no ha disminuido, sino que se ha incrementado.
4.      El régimen ha declarado que no está dispuesto a cambiar en lo más mínimo, y todos los cubanos sabemos lo que eso implica.

La lista pudiera ser aún mayor, pero lo cierto es que tendremos que esperar indefinidamente un cambio mientras digamos que “eso no hay quién lo cambie”. El primer paso imprescindible es tener la certeza que: CUBA PUEDE CAMBIAR, Y SOMOS  LOS CUBANOS LOS ENCARGADOS DE HACERLO POSIBLE.

Estela Teresita Delgado

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