Les comparto un
segmento de un libro fabuloso que habla sobre las dictaduras y como salir de
ellas
del Instituto Albert Einstein. El diagnostico que traduzco a continuación
en mi opinión se ajusta totalmente a la situación en Cuba.
“Desafortunadamente,
el pasado continua con nosotros. El problema de las dictaduras es profundo.
Personas de muchos países han experimentado décadas o incluso siglos de opresión,
ya sea extranjera o doméstica. Con frecuencia se ha inculcado por largo tiempo
un sometimiento incuestionable a las figuras de autoridad y los jefes. En casos
extremos, las instituciones de la sociedad civil ya sean sociales, políticas, económicas
o incluso religiosos, fuera del control del gobierno, se han debilitado o
subordinado deliberadamente, o han sido sustituidas por otras instituciones que
son regidas por el estado o el partido en el poder. Con frecuencia la población
se ha atomizado (se ha convertido en una masa de individuos aislados) incapaces
de trabajar unidos para lograr la libertad, incapaces de confiar los unos en
los otros, o incluso hacer algo por iniciativa propia”,
“El resultado es
predecible: la población se vuelve débil, le falta confianza en si misma, y es
incapaz de ofrecer resistencia. Con frecuencias las personas están demasiado
atemorizadas como para compartir su odio a la dictadura, su hambre de libertad,
incluso con familiares y amigos. Con frecuencia las personas están demasiado
aterrorizadas para pensar seriamente en la resistencia pública. ¿En todo caso,
que utilidad tendría? En lugar de eso, enfrentan el sufrimiento sin propósito y
un futuro sin esperanza”.
Estoy escuchando
con frecuencia en estos días frases peyorativas sobre los cubanos, incluso
diciendo que son unos cobardes. No es así. Ya se ha olvidado que hasta mil 1965
hubo más de 3000 hombres luchando en las montañas contra el comunismo y que en
noviembre de 1959 más de un millón de católicos se manifestaron en la Plaza Cívica
contra el comunismo.
Yo comprendo que
son ignorantes que no saben lo que dicen y no me involucro en una discusión sin
sentido. Compatriotas, lo que nos ocurre no es único, ya está diagnosticado. Es
un proceso profundo y difícil de superar, pero juntos podemos.
Que Dios nos guie
nuestros pasos.
Estela Teresita
Delgado
No comments:
Post a Comment