He dicho repetidamente que no soy partidaria de la violencia, creo que eso
es algo que se
debe dejar a los ilegítimos, violentos y abusadores. Con mucha
más razón no convoco a nadie a la violencia en Cuba, por aquello que “el que
empuja no se da golpes”.
Sí creo en la acción ciudadana
efectiva y decidida, y en el aprovechar los espacios legales o naturales para
lograr cambios sociales significativos. Eso lo pusieron en práctica los checos
y los polacos, y de manera pacífica lograron pasar de la dictadura comunista a
la democracia. Es deprimente el conformarse con eso de que “a Cuba no hay quien
la arregle, pero tampoco hay quien la cambie”.
El pueblo cubano tiene muchísimos ciudadanos inteligentes, capaces y
trabajadores que pueden lograr todo lo que se propongan. Sin embargo, los
ciudadanos no están conscientes de las oportunidades y su poder. En la isla
habitan aproximadamente 11 millones de habitantes, son necesarios solo algo más
de doce mil cubanos para hacer la diferencia. Ese es el número de circunscripciones
que tienen el derecho de elegir un delegado del poder popular al municipio, y
esos son los únicos cubanos que de acuerdo con la ley actual podrán votar por la
dirección de los municipios, los gobiernos provinciales y la Asamblea Nacional.
Los ciudadanos deben estar conscientes que si votan por las propuestas del
partido comunista votan para que se mantenga la pobreza, las arbitrariedades de
las autoridades y la falta de esperanza. Si votan por sus vecinos que no son
del partido comunista estarán votados por el cambio. Ya es hora de dejarnos de
quejarnos y comenzar a hacer.
MI voz es baja y limitada, pero si este mensaje se comparte puede llegar a
una enorme cantidad de oídos receptivos. ¡Que Dios los bendiga!
Estela Teresita
Delgado
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