Saturday, June 30, 2018

Mar adentro



En la mañana de hoy he comprendido una frase del Salmo 51(50) de una manera muy especial. Es la frase que dice:” Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un firme espíritu”. 50:12.

Esto ocurrió al leer un párrafo de un nuevo libro que estoy leyendo que se llama “La verdadera historia, comprendiendo la idea general de la Biblia”, de Edward Sri y Curtis Martin. El párrafo en concreto dice:

“Algunas veces, también pensamos que todo lo que necesitamos es volver a empezar-una ciudad nueva, un trabajo nuevo, alguna ropa nueva, tal vez nuevos amigos-para encaminar nuestra vida y encontrar la felicidad. Pero las escrituras enseñan que ningún simple cambio cosmético satisfará nuestros deseos más profundos.  Nuestros problemas no están fuera de nosotros, están más profundamente enraizados en nuestro interior: nuestras debilidades, nuestros temores, nuestras inseguridades nuestros pecados. Al igual que Noé y sus hijos; necesitamos más que un nuevo ambiente o una nueva situación; necesitamos a Dios y Su poder de sanación para que nos transforme, de modo que podamos empezar a andar por Su camino. Sólo entonces experimentaremos la alegría y la plenitud en la vida para la que Dios nos hizo”.

Así veo el tema del cambio en Cuba. Podemos atribuirle cualquier cantidad de características malévolas a la dictadura de Cuba, y pensar que hacen faltas cosas muy grandes y dramáticas para que todo se resuelva. Lo cierto es que el cambio debe ser en fundamentalmente en pequeño, debe ser un cambio personal de la mayor cantidad posible de ciudadanos.

Salmo 50:3-4

“Ten piedad de mí, oh Dios, en tu bondad,

Por tu gran corazón, borra mi falta.

Que mi alma quede limpia de malicia,

Purifícame de mi pecado.”

¡Que Dios nos ayude!

Estela Teresita Delgado.

No comments:

Post a Comment