Sunday, May 28, 2017

El trencito chu-chu-a


Cuando Rusia estaba en el proceso de la Perestroika escuché un chiste ruso que me encantó por la finura y profundidad del humor. El cuento es como sigue:

Pasados los primeros años de la revolución rusa el proceso iba desilusionando a muchos y los obreros fueron a ver a Lenin y le dijeron: Camarada, se está deteniendo el tren del comunismo. Entonces Lenin ordenó organizar una gran manifestación y dio un discurso sobre el sistema donde mandaban obreros y campesinos, la liberación del hombre por el hombre, las bondades una vez que se construyera el comunismo…y el tren ganó un poco más de velocidad.

Años después los obreros le expusieron el problema a Stalin y él dijo: tráiganme al maquinista y a su jefe, que los voy a fusilar a los dos. El tren volvió a tomar un poco de velocidad.

Transcurrido un tiempo los obreros se dirigieron a Khrushchev con el mismo mensaje y dijo: Vamos a poner los raíles de atrás adelante para que siga andando.

Ya más recientemente los trabajadores le presentaron el problema a Breshnev y dijo: Vamos a movernos para atrás y para adelante para dar la impresión que se mueve.

En el trencito cubano los dirigentes se mueven para atrás y para adelante intentando que la gente piense que hay movimiento y hasta dicen chu-chu-a. Lo cierto es que no hay cambio.

En la crisis de los ochenta el régimen de la Habana le permitió a los inquilinos comprar las viviendas (que en buena lid no le pertenecían al gobierno). Los inquilinos recibieron el título de propietarios, pero era de mentirita. En Cuba las personas no podían comprar vender sus viviendas, por lo que nadie podía comprar de un particular y los nuevos propietarios no podian vender.  Hace un par de años permitieron la compra venta de viviendas, y algunos lo vieron como algo extraordinario, aunque eso es normal en todo el mundo. Pero unos días atrás han vuelto a poner limitaciones. De acuerdo a una nueva ley,  no es el propietario el que fija el precio de la transaccion, sino el estado.

Así mismo dan licencias para trabajo por cuenta propia y luego las quitan, ven que una actividad genera ingresos y la cierran…Es decir, el cuartico esta igualito. Sueltan y recogen como les da la gana, pues ellos son los que hacen la ley hacen la trampa.

El cuento ruso termina con Gorbachov que le pone una locomotora japonesa tren.  En Cuba tenemos que cambiar el tren completo. No esperemos jamás un cambio genuino de la dictadura, ellos no tienen remedio. La única solución es salirse de ese yugo.

Estela Teresita Delgado

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