Páginas de Cojímar
Con
frecuencia las miradas inteligentes logran captar el valor de un lugar, y pueden
ver lo que para otros pasa inadvertido. Eso le ocurrió a Milton Hershey cuando visitó
Cuba, lo que hizo por primera vez en el mes de enero de 1916, fue lo que se dice, un amor a primera vista.

Ese
fue sólo el comienzo de múltiples intentos de montar una empresa propia. En
muchas oportunidades fracasó, pero se levantó y lo intentó nuevamente. Cuentan
que cuando montó su fábrica en Lancaster, llegó el momento de pagar su préstamo
y no podía hacerlo. Fue al banco y les dijo que no podía y que necesitaba más
dinero. Invitó al funcionario del banco a su fábrica y este decidió confiar en
él y puso su nombre como garante de un segundo préstamos. Cuatro años más tarde
era uno de los empresarios más importantes de Lancaster.
Un
aspecto muy importante de su obra fue su labor filantrópica. En los lugares donde montaba sus fábricas construía
escuelas, parques, iglesias, instalaciones
recreativas e incluso servicio de transporte. Trabajó prácticamente hasta
el final de sus días, y se ponía a trabajar a la par de sus empleados.
Hershey
no tuvo hijos propios, pero hizo mucho por los niños pobres. Cuando murió su
esposa no se volvió a casar, viajaba con su fotografía adonde quiera que fuera.
Al
llegar a Cuba Hershey compró 150,000
metros cuadrados de terrenos en Cojímar y solicitó el servicio para establecer
un ferrocarril de Casablanca a Cojímar. En 22 de febrero de 1923 comenzó el
servicio del tren eléctrico entre esas dos localidades, y proveía 36 viajes
diarios.
Hershey
también compró centrales azucareros
existentes en varias localidades para construir nuevos y ya en 1920 comenzó a
funcionar el Central Hershey. Allí construyó un pueblo modelo, con gran
cantidad de servicios sociales para sus habitantes. El también construyó el
ferrocarril que unía el Central con Casablanca, desde donde el azúcar se
exportaba a los Estados Unidos. Construyó en otras localidades muchas escuelas
para los niños pobres, viviendas para sus trabajadores y muchas instalaciones
sociales.
Al
otorgársele la Gran Cruz de la Orden Carlos Manuel de Céspedes el presidente
Machado dijo: “Concedemos esta orden cuando va acompañada con parte de nuestra
alma y nuestra admiración”
Las
propiedades del conglomerado de Hershey, que incluía centrales, campos de henequén,
fábricas y otros bienes fueron vendidas en 1946 a la Cuban Atlantic Sugar
Company.
No comments:
Post a Comment