Hace unos años
estaba mirando un partido de futbol de un equipo francés y el estadio estaba
lleno de miles de personas. Un jugador exitoso, joven, fuerte,
colapsó inesperadamente y las cámaras le siguieron durante unos minutos hasta que murió. Nadie
pudo hacer nada por él a pesar de estar rodeado de médicos, técnicos y público.
El encuentro final de cada persona con el Creador es personal.
No conocemos lo
que ocurrió durante los últimos minutos de vida de Fidel Castro, si tuvo la sabiduría de
arrepentirse, o de darle a su hermano instrucciones para el cambio, o si murió
obstinado en su pasado. Su hermano ahora debe estar pasando por un momento
especialmente difícil porque más de un hermano mayor Fidel fue su mentor y casi
un padre. Si Fidel no le dio luz verde no hay que esperar de Raúl Castro una posición
diferente a lo que hemos vivido hasta el momento.
Si Raúl Castro se
obstina en mantener el comunismo, que es lo más probable, el legado de su
hermano se hundirá de una vez y por todas. La muerte de Fidel Castro no es un
triunfo. Sin embargo, el pueblo cubano
hoy se siente diferente. La muerte de Castro no representa el triunfo, pero ya le
entró agua al dominó. Ahora hay que mover las fichas.
Estela Teresita
Delgado
No comments:
Post a Comment